Fresa y kiwi nace de dos dietistas clínicas, trabajadoras de un hospital y que están cansadas de oír las mismas frases…

¿esto engorda?

¿esto lo puedo comer?

¿ya no voy a poder comer de esto nunca más?

Nos hemos dado cuenta de varias cosas;

La gente sabe cocinar poco

La gente tiene poco tiempo

La gente quiere las cosas fáciles

Llevamos un ritmo de vida rápido, vamos con el tiempo justo y eso favorece a que con frecuencia hagamos malas elecciones.

Si los ingredientes que tienes en tu despensa y en tu frigorífico son buenos, las probabilidades de error son muy pocas.

Cuando nos planteamos Fresa y Kiwi, quisimos hacer confluir varios elementos.

1. La evidencia científica y el conocimiento. Queremos enseñar a nuestros pacientes en consulta y a nuestros suscriptores por qué hacemos las cosas de cierta manera y no de otra, para que lo entiendan, lo interioricen y se lo queden para siempre.
2. La cocina y la compra. Evidentemente, para comer hay que comprar y cocinar, pero queríamos alejarnos de esos alimentos raros que tanto se escuchan y que parece que si no los comes ya no lo haces bien. En nuestro día a día vemos a mucha gente a quien le desmotiva precisamente eso, el pensar que tiene que tomar avena o chía y no tostadas, o tomar kale en vez de un guiso de lentejas y  puede hacer que directamente no lo intente, ya que actúa como algo limitante. Por lo tanto en fresa y kiwi, tenemos toques actuales y no les damos la espalda a esos alimentos, pero tampoco olvidamos la gastronomía tradicional,  “lo de toda la vida”.
3. La práctica, o el llevarlo a cabo. En el papel todo cabe, por eso, lo hacemos fácil de verdad, con lista de la compra, recetas y orden de cocinado, para que el día que elijas para cocinar sea todo coser y cantar y lo tengas todo en un tiempo de aproximadamente 2 horas.

Y de la mezcla de estos tres elementos, nace nuestro plan de trabajo.

¿Qué te parece? ¿Te apuntas?